La calidad de los cerramientos de la vivienda | Proginsa

Los cerramientos, elemento clave en el confort de las viviendas

Uno de los argumentos más habituales que se utilizan en las promociones de obra nueva es que las viviendas ofrecen un gran confort gracias a sus "excepcionales aislamientos térmicos y acústicos". Efectivamente, la calidad de los cerramientos es un elemento clave en el bienestar de los ocupantes de la casa y, por añadidura, un activo fundamental para la eficiencia energética, que desembocará en un menor consumo de recursos y en un mayor compromiso con el medio ambiente.

En los proyectos gestionados por Proginsa damos mucha importancia al diseño y ejecución de los aislamientos, al igual que a todos los elementos constructivos del inmueble. Por eso, nos ha parecido oportuno explicar los aspectos más destacados de los cerramientos con el objetivo de que se comprendan mejor las implicaciones que tienen en el proceso de construcción y las ventajas cualitativas que se obtienen con un buen aislamiento.

Para ello, hemos pedido la colaboración de César Sesma Vitrián, responsable de la oficina en Navarra de JG Ingenieros, una de las principales firmas en el ámbito nacional y colaboradora habitual de Proginsa. Como señala este experto, «los cerramientos son el principal factor que va a marcar el grado de confort de nuestra vivienda. Son clave tanto a nivel energético como acústico».

En lo que respecta a la energía, «se trata del abrigo de nuestro edificio. Es, por tanto, primordial para reducir las pérdidas indeseadas de calor de nuestro hogar en invierno, así como para controlar su entrada en verano».

En opinión de César, unos cerramientos deficientes se traducen en falta de confort y exceso de consumo energético para lograr las condiciones de bienestar, ya que se obliga a recurrir a «instalaciones sobredimensionadas».

Cómo se comportan los aislamientos

A la hora de entender el papel de los cerramientos, es conveniente conocer «cómo fluye el calor, que es, al fin y al cabo, una de las condiciones térmicas básicas para establecer el grado de confort de la vivienda. Cuando en nuestra vivienda tenemos una temperatura y en el exterior tenemos otra, ambas tienden a igualarse»: el cuerpo más caliente cede energía al más frío atravesando el cuerpo o volumen que los separa. «La relatividad de nuestra vivienda respecto al exterior hace que siempre tiendan a igualarse hacia la temperatura del exterior».

Por tanto, en invierno, la vivienda pierde calor a través de las fachadas, mientras que en verano el calor exterior penetra hacia el interior del inmueble. La conductividad de los materiales de la fachada y su espesor condicionan la facilidad con que una ganará o perderá temperatura. En consecuencia, «cuanto menor sea la conductividad de las capas que componen nuestros cerramientos, más tiempo tardará nuestra vivienda en perder temperatura en invierno o ganarla en verano. Es lo que se conoce como transmitancia del cerramiento«. 

En este cuadro podemos ver la relación entre conductividad, resistencia y transmitancia.

La normativa sobre edificación establece unos parámetros máximos para la transmitancia de fachadas, cubiertas, ventanas, forjados y otros elementos de cerramiento. En el caso de las promociones gestionadas por Proginsa, la calidad de los aislamientos es superior a los exigidos por la ley.

Impacto acústico

Junto al factor término, está el impacto acústico. «Es evidente que la envolvente del edificio debe protegernos de los ruidos externos, tanto los de la calle como los de otros habitantes del edificio». Aquí el especialista señala que tenemos que distinguir entre el ruido aéreo, «que se transmite por el aire, compuesto por manifestaciones como la voz humana, música, sonidos audiovisuales, sonidos de animales, tráfico», y el ruido por vibración, «transmitido por la estructura del edificio».

En este tipo de ruido surge por un impacto sobre una superficie o debido a una vibración continua contra un elemento constructivo, «que da como resultado un sonido que se irradia a través de las superficies vibrantes adyacentes». Un ejemplo pueden ser «los pasos en un piso que se escuchan en la habitación del piso de abajo».

Aunque estos dos tipos de ruido sean distintos, podemos encontrarnos con que un ruido aéreo termina causando un ruido de vibración a través de la estructura. Para evitar unos y otros, los cerramientos desempeñan una función esencial.

Por una parte, «se diseñan con materiales absorbentes cuya masa es la encargada de eliminar la transmisión aérea del ruido». Y, por otra, «la envolvente interior de cada piso dispone de elementos desolidarizadores (que separan) como láminas anti-impacto en forjado, que garantizan que un impacto en una vivienda no se transmita por vibración hacia el exterior».

En todos los proyectos gestionados por Proginsa nos preocupamos de mitigar tanto el impacto térmico como el acústico. Para ello, incorporamos elementos como fachadas con aislamiento continuo o incluso fachadas ventiladas con doble o triple capa de aislamiento, según proyectos, capas aislantes de hasta 20 cm en las cubiertas, tabiquerías aisladas, o acristalamientos dobles o triples, con vidrios de baja emisividad y con cámara de argón al 90%, entre otros aspectos. 

En la visita comercial incidimos en estos y otros aspectos para que el cliente conozca con detalle las características del confort de su nueva casa. Puedes conocer nuestras promociones actuales en la sección de viviendas de la web.

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